martes, 11 de agosto de 2009

Grabar música desde la radio. Una actividad anticuada renovada gracias a internet.

En este mes me estoy encontrando con un primer amor. Cuando la fuente musical era solamente la radio y algún amigo con doble casetera o centro musical, contar con un buen casette era suficiente. Y nadie sentía que estábamos infringiendo alguna ley si grabámos un tema músical desde la radio o un disco de vinilo entero en lo de nuestro amigo. Ni siquiera cuando leíamos la inscripción de las etiquetas en los cassetes o discos “Prohibida la reproducción pública o privada, préstamo o difusión pública”. Todo estaba bien. No había remordimientos. En los fines de los 70 y casi todos los 80 la situación no varió mucho.

En esos años, un locutor de un programa musical de radio que recibía pedidos de los oyentes via correo tradicional, al leer uno de ellos con un pedido de una oyente de un tema con intenciones de grabarlo , el locutor que no recuerdo su nombre, comentó que eso no se debía hacer, que estaba mal grabar de la radio. Fue mi primera alerta que algo haciámos mal, pero erámos jóvenes y queríamos escuchar música como sea. Más si algunas realidades económicas no nos permitían ir a Scagnetti, Panelli, o Bahía Blue, tres desquerías que recuerdo de esos tiempos. (había una que no recuerdo en Galerías Plaza donde hoy está un local de telas). El comentario del locutor me hizo comprender mas adelante que los temas que se pisaban al final, o en los tiempos de las FM, cuando se pisaba en la mitad del tema con la identificación de la radio, respondían evitar la grabación o al menos ser evidente que estábamos escuchando una grabación trucha, entre otros motivos.

La Internet instaló el tema de la piratería musical como un problema grave que afecta principalmente a las disqueras, pero no deja de sorprender que la tecnología sigue ofreciendo al público ávido de escuchar música, verdaderas tentaciones para poder hacerse de música sin pagar nada por ello. En mi caso vengo observando una sucesión de gadgets tecnológicos que comienza desde aquel lejano año 1980 cuando me regalaron el radiograbador BGH mono, y sigue por el doble casetera, el walkman con entrada y salida de audio, y ahora Internet. Tentaciones que ningún Adán y Eva melómanos pudimos y ni podemos resistir.

Una de esos “manzanos del edén” es este programita Radio? Shure! comentado en una entrada anterior. Además de poder elegir entre un millar de Radios del mundo, tenemos la posibilidad desde el mismo programa de grabar el audio sintonizado. Todo esto no creo que sea motivo de comentarios en este blog, si no fuera por motivos puntuales.

El primero que hay radios que se pueden sintonizar muy bien, sin interrupciones, y éstas envían a modo de un RDS el nombre del tema y el interprete. Y si optamos por grabar el audio, a nuestra PC baja en un directorio aparte, tema por tema en formato mp3, identificado de manera individual. Así me hice de casi 200 temas de rock Indie canadiense (recomendable en CBC Radio 3) casi 100 temas de música funk y voy por más. 

Mientras las radios locales, principalmente las que yo escucho para recibir información musical, se empecinan de no dar ninguna información de lo que escucho, voy por otros lados y con la posibilidad anexa de tener tema por tema en mi pc de música nueva, que tampoco las radios locales se preocupan de emitir. 

La cuestionada calidad del mp3 cada vez tiene menos fuerza en las discusiones de usuarios, porque tiende ser el formato de distribución preferido, y la tecnología va mejorando el tema de la reproducción. Los nuevos reproductores de mp3, o los mismos celulares la reproducción va mejorando con cada nueva generación de equipos y que el oido medio agradece la mejora y que no nota la falta de calidad intrínseca del mp3. Siempre y cuando el trabajo previo del archivo sea bueno y que corresponde a los responsable de la radio adecuarlo, que no en todas lo están haciendo.

En la prácitca, inclusive los que ya la computadora es el centro de diversión que integra audio y video, la mayoría ha relegado calidad cuando ve cine o video en su mp4 y música en su mp3. Las grabaciones desde Radio? Shure! son aceptables y a falta de música ofrecida por las radios locales, opto por cantidad y calidad mp3 desde afuera. Esto es una señal de alerta que en programación musical la competencia tiende a ser global, y el oyente medio, el que es inquieto y busca, tiene opciones para no escuchar las radios locales. Desde que llenaba mis casettes TDK o Basf con música, lo hacía desde programas que se notaba que había un programador inquieto y que buscaba, inclusive solo para escucharlo. Pocos me ofrecen en la actualidad por el dial local gente que guste de la música y que sea inquieta para confiar en su propia búsqueda de nuevos sonidos o que salga de las formas que optan la mayoría de las radios. Y no somos pocos que quieren mas de las radios locales.

1 comentario:

Pablo dijo...

La disquería que estaba en Galerías Plaza era A y V Discos.