Una parodia más de Capusotto sobre la conducta de ciertos medios de comunicación y el estado mental de las personas que consumen esos medios.
ES solo audio.
Una parodia más de Capusotto sobre la conducta de ciertos medios de comunicación y el estado mental de las personas que consumen esos medios.
ES solo audio.
Ya la inmensa culpa de usar Rapishare via diskotheke.blogspot me hacía vomitar el almuezo. Internet me hizo ladrón de tecla blanca. Ni siquiera la regla autoimpuesta de comprar discos nacionales y locales, porque los artistas son nuestros, me compensaba el incendio de mi conciencia atacada por el remordimiento y la pena…hasta que… leí por la misma internet que me corrompió el alma, lo que dijo Thom Yorke. El carismático cantante de Radiohead dijo sin pestañear “La gente piratea porque quiere tener acceso a buena música, porque la radio es una mierda”. Mi alma se saco un peso de encima y el alivio fue tal como en mi última confesión católica en la navidad de 1979.
Hace un poco mas de 4 meses ingresé en el chat box de eldialweb.blogspot Era la oportunidad de preguntar directamente a la gente que hace radio en la ciudad “porque todas las radios se empecinan a pasar la misma música”. Pregunta inocente, que en parte sabía la respuesta. Ninguna respuesta de los que participaban en ese entonces me conformó. Y fue como decidí hacer el blog.En la ciudad, con su ideosincracia de cuartel militar, aun la palabra rock se relaciona todavía con viejos clichés heredados de una cultura represiva y autorepresiva: gente rebelde por ende peligrosa, desaliñeada y vestida en camperas de cuero con tachas, vagos por naturaleza y fumadores de cigarrillos caseros de sospechoso contenido. Entonces cuando se habla de una radio de rock, la miopia de unos cuantos, piensan en un público mínimo, de una vieja tribu urbana que se reunía en los 80 en la actual Plaza Lavalle, antes Plaza del Sol.
Ese cliché sesentista, setentista y ochentista (si cabe estos términos) murió sin proponerlo nadie y en silencio ante dos situaciones bien claras. Una global, que es la parición del movimiento Grunge con Kurt Cobain a la cabeza que definió la música de los 90. Siendo síntesis de lo que ya en los 80, sin que nadie de las radios bahienses se enterara, venián hacieno bandas como Pixies y Sonic Youth. Y la otra situación más local que es el recambio generacional que vino en número mayor con respecto a otras generaciones, y empezó a ver al mundo con menores prejuicios y con menos autorepresión. Fenómeno local que es reflejo de uno nacional por ser aun una nación con buena parte de su población menor a los 60 años.
Esta generación ha podido dar a la ciudad un nuevo perfil en gustos, que si no están reflejados en las radios en su totalidad, es por que aun éstos están en manos de la generación anterior o representan socialmente todavía al sector mas conservador. En otros casos, algunos medios están en manos de personas de estrecha visión o timoratos en llevar a cabo un proyecto mediático distinto, al menos en lo musical. A pesar que muchos titulares de radios pertenecen a esa generación nueva y numerosa.
A veces la miopía de algunos es una oportunidad para otros. Así, una radio dedicada a la cumbia y a la musia latina en los 90, de un día para otro se trasformó en la radio local de rock nacional. Dejemos de lado los presupuestos de la radio (su emisión sin la habilitación, su manera de tener locutores y programas, y otros) pero la actitud y decisión de su titular fue osada, mas allá que la Mega saliera al aire casi simultáneamente bajada del satélite desde Capital.
Suponer que el rock tiene poco público es no saber “procesar” lo que pasa con algunos hechos de la realidad, mínimos pero significativos. Uno es que en la ciudad se puede mantener abierto 3 locales de elementos de la cultura rock (remeras, accesorios, discos) que con la antigua tribu rockera de unos pocos sería imposible. Otro hecho es el creciente negocio de vender tikets y llevar gente a recitales de rock llevados por personas independientes y que últimamente lo está probando con relativo éxito empresas de turismo. Otro hecho que da la realidad de la ciudad es el crecimiento sostenido de bandas de rock que editan sus discos gracias a la tecnología mas accesible y movilizan un público que también crece pero no es suficiente para darle ese toque de masividad relativa de otras ciudades más grandes.
Podemos decir que el publico rockero en la medida que crece y va teniendo responsabilidades empieza a acomodarse al pensamiento medio de la sociedad bahiense. El gen conservador no se lo puede engañar facilmente. Y así opta por otros gustos musicales mas aceptables. Pero esto es relativo y como el espectro de la música rock es tan amplio, no todo es Iron Maiden, Pantera, Hermetica y Almafuerte por decir los extremos más hard e históricos, hay otras bandas y estilos dentro del rock que pueden entrar en el gusto medio.
El problema reside en quien lleva adelante, desde una radio, o un programa ese reflejo de un rock amplio, sin los clichés que lo segrega, que lo ponga en un contexto que abarque a todo el espectro de la música rock, con buen gusto, con amplitud de criterio y sin llevarse por los temas y bandas que suenan en las radios siempre y no mezclar otros estilos.
Choripán Rock es un programa sobreviviente de los 90 que su conductor supo mantener al aire contra todo y todos. Pero es un programa para “convencidos”. Quiero decir que la creciente tribu rockera adolescente y postadolescente hace del programa un refugio de su gusto musical y un elemento de identificación sobre su condición rockera como lo es usar accesorios y o una remera de Sumo o Metálica.
Fuera de este programa, en las FM de la ciudad no existe la cultura rock. Y si existe como idea radial esta timorata y en la mayoría de la veces, con prejuicios y consideraciones que parecen pedir disculpas, que suelen salir al aire sin el contexto adecuado (adecuada selección de bandas y temas como de información precisa), que es el extremo de la idea radial como refugio de expulsados del gusto musical medio.
La concentración de varios millones de personas dan soporte a que radios con estilo definido tengan su proceso como empresa donde la inversión está pensada para una ganancia. De hecho, empresas importantes publicitan porque el target de la radio es amplio y es el que le interesa al anunciante de la Rock ´n POP. Pero esto no hubiera sido posible si la cultura rock hecha radio no hubiera sido desarrollada con inteligencia por mas que estuvieran en Capital
En la ciudad la cultura rock está presente y muy distribuida en cada segmento de la sociedad. No siempre usa campera de cuero, lleva el pelo corto y no nos extrañaría que sea bancario o gerente de una empresa del polo y no sobrepasan los 45 años. Son los que aprecian el buen gusto, están predispuestos a escuchar novedades, son críticos con la realidad, no se bancan que los subestimen en sus gustos culturales, desprecian a los que pretenden ser irónicos sin antes demostrar inteligencia. En definitiva quieren más. Nadie saben cuántos son (sería bueno determinarlo) ni que realmente piensan. Solo falta que hablen como ellos, que sientan como ellos, que miren al mundo como ellos para poder encontrarlos. Son portadores de distinguir la sutil diferencia que se puede apreciar entre Narda Lepes y Maru Botana (una cocina con rock de fondo y la otra con esa inútil sonrisa eterna) y si quieren un ejemplo mas evidente entre esta nueva dicotomía argentina: Tineli o Pergolini.
Quise ver si soy el único que mira, escucha, y lee los medios de la menera hincha pelotas que tengo. Y me encontré, muy a pesar de muchos, que no. Les dejo algunas opiniones encontradas en la web que comparto casi en su totalidad.
La opinión de los oyentes
La única explicación que le encuentro a la constumbre de televisiones y radios de dedicar secciones enteras a "la opinión de los oyentes" es el poco trabajo que eso conlleva para los periodistas: simplemente es cuestión de abrir las cámaras o teléfonos al público y consigues ocupar 10 minutos de programa.
Yo, por si a alguno de ellos les interesa, cada vez que anuncian "la opinión de los oyentes", apago la radio: cada vez es más insoportable escuchar a los profesionales del hablar como para encima aguantar un "pues yo creo que..." aleatoriamente lanzado.
Televisión o televidentes?, Radio o radioyentes?
Hacemos siempre énfasis en el respeto al público, y es por ello que no es posible que pase lo siguiente: en algunos programas de radio y televisión sufrimos por la falta de guiones y producción, error que se traduce en el desplome de dichos espacios.
Es penoso ver algunos programas de radio y televisión haciendo monólogos entre el conductor y su personal de estudio, como es de igual forma desastroso presenciar o escuchar una conversación el aire entre el coordinador y el presentador o conductor de un espacio.
Queridos amigos lectores, según hemos aprendido de Freddy Beras Goico y Jóchy Santos, la televisión y la radio de estos tiempos es imagen, producción, inversión y todo ese engranaje de calidad se traduce en buenos anunciantes y efectiva tele y radio audiencia.
Memorias de un hombre común
La radio dejó de ser un medio cultural y pasó a ser un fin comercial: se cambian sancochos por lisonjas. En otros diales la chabacanería hace curso: el locutor de turno -cuya voz es tan desagradable como una balinera oxidada- pretende dar cátedra de buen comportamiento político indicando a sus oyentes cómo deben votar, cuando es al extremo ignorante de las tendencias políticas y aún más del comportamiento de las masas, que sí saben de política.
En toda está última búsqueda por los pasillos de Google, me tope con un blog que si no hubiera estado registrado a su nombre, hubiera sido perfecto para mi blog. Pasen por el un toque. Es generado en españa pero tenemos cosas comunes que bancarnos como Cadena 100 y los 40 principales...
Podemos imaginarnos en que canal de TV puede suceder lo siguiente.
No nos tenemos que ir muy lejos. Se acuerdan el zoom al cuerpo del taxisa bahiense muerto de hace unos meses...
El terror de los malos programas y las malas radios...
Radio Mentira, tema de una banda indie Colombiana llamada Dr. Krapula.
Perfecta descripción del control sobre nuestros cerebros
No tengo imagen, pero se los escribo. (Adaptación mía. Leído en la reista Rolling Stone)
Mundo discográfico convulcionado. Descubrieron un mono caga-discos.
-Me compre uno de esos monos. Recien me cagó el último de U2 y uno de Iron Maiden
-Que orto!!, el que compré yo me cagó el último de Axel y uno de Edddie Sierra
ffff
Cuando muera tendré trabajo en el cielo. El blog sera llamado elaladelangelperdido. :)
Siempre estoy insistiendo que la calidad de radio se mide por la calidad de todo su plantel humano. La calidad humana, desde lo personal hasta sus capacidades, innatas o adquiridas, en cuanto a la profesión. Volviendo a aquello de “dime como y de que hablas, te diré que pienso de vos” para la radio, a quien no vemos quien nos habla, nos queda 2 opciones: si es un pelotudo o una persona con cierto grado de educación.
No hablemos de programas periodísticos, sino de aquellos que ofrecen variedad para que la radio sea compañía. Donde el conductor y sus colaboradores demuestran en el desarrollo del programa sus cualidades personales y profesionales. En muchos casos, el programa termina siendo un bingo donde el contenido es un sinfín de concursos por premios ofrecidos por los anunciantes. Otros programas se basan en la supuesta “buena onda” que tiene el conductor y la quiere trasmitir a toda costa al oyente. De ahí parte chistes insulsos, lecturas de temas y sus comentarios que pretenden ser irónicos vaciando de contenidos al menos dos horas de radio.
Entre esos extremos encontramos realizaciones interesantes, aunque no mucho para ponerse contentos. Da la sensación que la radio de Bahía algo le falta, a pesar del esfuerzo de sus realizadores.
A nadie se le ocurría meterse ni opinar desde afuera con los médicos o abogados e ingenieros sobre su trabajo. Pero porque sí con algunos “profesionales” de los medios y su trabajo?. Porque este blog?, y otros que si buscan en la red hay muchos cuestionando a los medios. Si hay una razón común, es que nos sentimos como oyentes manoseados intelectualmente, tomados por idiotas a veces, y subestimados en todo lo que queremos y deseamos que nos den desde un medio.
De nuevo el suplemento informático del diario local me lleva a reflexionar la radio que tenemos. A diferencia de otras épocas, con la tecnología no informatizada, la actual tiene muchas ventajas técnicas para realizar una programación de calidad. No se quiere decir que lo antiguo en radio era malo. Sino que en el ahora, a pesar de tener herramientas informáticas dedicadas a la tarea radial de programar música, éstas no se aprovechan al 100%.
En una entrada anterior, señalando como FM de la Bahía, al presentar el tema de la semana sin su identificación, debemos esperar el especial de fin de año para saber que banda era la de ayer. Sin ser reiterativo, recuerdo que indiqué la tecnología disponible que había para pegarle al tema una locución diciendo tema y banda. Sabía que había software específico para radios, pero tenía en mente al simple SoundForce, que mi hermano utilizaba a principio de este siglo para su banda electrónica. Pegaba sonidos sobre sonidos, mezclaba y agregaba.
No es privativo de FM de la Bahía. Pasa también en todas las FM que el playlist sigue y sigue y se repite sin nada de artística, ni separadores que motiven seguir manteniendo el encendido. No hay duda que todo lleva trabajo, pero si se tiene un trabajo envidiable como programar o ser titular de una FM, se supone que debe haber alegría que se traduce en pasión por lo que se está haciendo. Y por consiguiente se debería notar al aire. Y en el caso que haya una estructura más empresarial detrás de una FM, digamos Universal, Liverpool, Palihue, entre otras, no estaría mal que se promoviera la creatividad y la imagen de radio más actualizada que un playlist de propagadora.
Un buen punto de vista que pone al oyente en una parte importante de la estructutura radial. No solo es decir lo que se plazca ante un micrófono y programar la música sin criterio, porque eso es olvidarse quien está recibiendo nuestra señal de radio. Dice en un momento Marcelo :"Pero lo llamativo es cómo la figura del “oyente” hoy se ha convertido en muchos casos en la gran excusa, el invento más macabro para escudarse ante la falta de ideas, de creatividad, de trabajo y de una auténtica comunicación."
El texto completo es el que sigue. También los invito a leer el blog originario de este post. Se encuentran muchos blog sobre radios que no hace mas que reflejar que la radio es una preocupación de muchos. Allá, acá, en todas partes. Pasen por www.narrativablog.blogspot.com.
El Oyente: esas orejas que hablan
Por Marcelo Cotton
¿Quién es el oyente o el radioescucha? ¿Qué función cumplen en esta radio de hoy? Para algunos estas orejas se segmentan según su poder adquisitivo y su capacidad de consumo. Para otros, el oyente es el gran objetivo a alcanzar para que una emisión sea realmente exitosa. Pero lo llamativo es cómo la figura del “oyente” hoy se ha convertido en muchos casos en la gran excusa, el invento más macabro para escudarse ante la falta de ideas, de creatividad, de trabajo y de una auténtica comunicación.
Resulta aún más llamativo cómo los oyentes o por lo menos aquellos que llaman, mandan mensajes o graban su voz en el contestador de la radio, se han transformado en productores de contenido (sin paga y sin formación) de una emisión radiofónica. Esos que se quejan, que piden canciones, que opinan de todo y de todos, ocupan muchas veces una enorme franja de aire. Se podrá sugerir que estamos en presencia de una radio participativa. Pero sería falso. En primer lugar porque la gran mayoría de los escuchas no están sentados al lado de un teléfono sino viviendo su vida cotidiana, con la compañía de la radio. En segundo lugar porque una radio participativa no es la que llena el vacío de propuestas con los oyentes “llamadores” sino la que, en su rol de comunicadora social, une lazos y hace participar a las personas, no tanto de la emisión de un programa de radio, sino en su rol de ciudadanos. Y en este punto nos detenemos para hacernos más preguntas. ¿Es participativa una radio que defiende los intereses de los grandes grupos de poder que alientan la pasividad de la población a través de la difusión de información sólo de carácter catastrófico? Cuando una población es invadida por mensajes desalentadores como las epidemias, los secuestros, las violaciones, los delitos de todo tipo y color, y cuando a esos hechos se les quita las causas que los generan y sólo se iluminan sus efectos devastadores ¿eso es participación o intimidación?
Ante una representación radiofónica de la realidad de este tipo, no faltarán las expresiones de miedo, de impotencia de la cuales se hace eco mucha programación que se jacta de “dar lugar al oyente”. Sin advertir que el oyente es un sujeto complejo, protagonista de realidades diversas y no una sola voz, muchos emisores no dan cuenta de esta diversidad en expresiones tales como “la gente quiere…” o “la gente necesita…” incorporando en éstas una visión totalitaria de la comunicación que, por definición entonces, desiste de ser comunicación. (Comunicación significa PONER EN COMÚN). ¿Quién le habla a los oyentes de sus fracasos y éxitos cotidianos? ¿Quién los interroga acerca de sus acciones pequeñas para cambiar la historia? ¿Quién les enseña a mirar la realidad desde distintos ángulos para poder obtener una visión amplia de la misma? ¿Quién les enseña a escuchar?
Dejando de lado los objetivos comerciales (ineludibles en este contexto y sin una ley de radiodifusión que ayude a alentar otros objetivos), los oyentes se segmentan, sí. Eligen escuchar (entre lo que hay) lo que les parece mejor o menos malo. Los oyentes eligen también entre oír la radio (como ruido de fondo) o escucharla. Eligen incorporarla como un ruido que obstruye el silencio que les resulta insoportable o como la banda musical de la historia de sus días. Eligen la radio como elemento práctico (para enterarse del estado del tránsito o el estado del tiempo) o para pensarse, reflexionar y sentirse parte del mundo y dar cuenta de su paso por él.
Los emisores, por su parte (que también son oyentes y deberían ser los mejores “escuchadores” no sólo de radio sino del sonido de su ciudad, pueblo y comunidad) deberán elegir si, como un eco de resonancia que devuelve con creces lo que se dice, sus oyentes serán los reproductores de su mensaje unidireccional o si se retroalimentarán de la vida de quienes prestan no sólo orejas, también pensamientos y experiencias a su aire de radio.
Por las calles de la ciudad he notado una importante cantidad de nuestras lindas mujeres de todas las edades con sus oídos cubiertos por los auriculares de sus reproductores mp3 o celulares con FM y mp3. Aún no he determinado por cuenta propia o por alguna encuesta de una consultora, qué escuchan. Lo que si se puede estar seguro, la mayoría de ellas han elegido qué escuchar y ejercen esa libertad, talvez, mucho mejor que los hombres. Quizás por su naturaleza propia de mujer siendo responsables de mantener inteligente a la especie, eligiendo desde los comienzos los genes al seleccionar su compañero de vida con lo mejor entre lo masculino.
Si en esas piruetas del lenguaje trasladamos esta situación en la elección a quien escuchar en la radio, pocos pasarían la selección femenina. Más si las oyentes desean tener compañía radial y una buena selección musical. Como en la vida, las mujeres repelen en forma casi instantánea a los tontos descerebrados que van con la cabeza vacía.
En este mes me estoy encontrando con un primer amor. Cuando la fuente musical era solamente la radio y algún amigo con doble casetera o centro musical, contar con un buen casette era suficiente. Y nadie sentía que estábamos infringiendo alguna ley si grabámos un tema músical desde la radio o un disco de vinilo entero en lo de nuestro amigo. Ni siquiera cuando leíamos la inscripción de las etiquetas en los cassetes o discos “Prohibida la reproducción pública o privada, préstamo o difusión pública”. Todo estaba bien. No había remordimientos. En los fines de los 70 y casi todos los 80 la situación no varió mucho.
La Internet instaló el tema de la piratería musical como un problema grave que afecta principalmente a las disqueras, pero no deja de sorprender que la tecnología sigue ofreciendo al público ávido de escuchar música, verdaderas tentaciones para poder hacerse de música sin pagar nada por ello. En mi caso vengo observando una sucesión de gadgets tecnológicos que comienza desde aquel lejano año 1980 cuando me regalaron el radiograbador BGH mono, y sigue por el doble casetera, el walkman con entrada y salida de audio, y ahora Internet. Tentaciones que ningún Adán y Eva melómanos pudimos y ni podemos resistir.
Una de esos “manzanos del edén” es este programita Radio? Shure! comentado en una entrada anterior. Además de poder elegir entre un millar de Radios del mundo, tenemos la posibilidad desde el mismo programa de grabar el audio sintonizado. Todo esto no creo que sea motivo de comentarios en este blog, si no fuera por motivos puntuales.
El primero que hay radios que se pueden sintonizar muy bien, sin interrupciones, y éstas envían a modo de un RDS el nombre del tema y el interprete. Y si optamos por grabar el audio, a nuestra PC baja en un directorio aparte, tema por tema en formato mp3, identificado de manera individual. Así me hice de casi 200 temas de rock Indie canadiense (recomendable en CBC Radio 3) casi 100 temas de música funk y voy por más.
Mientras las radios locales, principalmente las que yo escucho para recibir información musical, se empecinan de no dar ninguna información de lo que escucho, voy por otros lados y con la posibilidad anexa de tener tema por tema en mi pc de música nueva, que tampoco las radios locales se preocupan de emitir.
La cuestionada calidad del mp3 cada vez tiene menos fuerza en las discusiones de usuarios, porque tiende ser el formato de distribución preferido, y la tecnología va mejorando el tema de la reproducción. Los nuevos reproductores de mp3, o los mismos celulares la reproducción va mejorando con cada nueva generación de equipos y que el oido medio agradece la mejora y que no nota la falta de calidad intrínseca del mp3. Siempre y cuando el trabajo previo del archivo sea bueno y que corresponde a los responsable de la radio adecuarlo, que no en todas lo están haciendo.
Toda una noche googleando “ley de radiodifusión”, "ejes del debate sobre la ley de radiodifusión”, "temas en debate sobre la ley de radiodifusión”, hasta me conseguí la misma ley propuesta por el gobierno y que es debatida en foros, ciclos abiertos en universidades y muchos ámbitos mas. Google me ofrecía mucho pero como esperaba encontré poco.
Los ejes y temas que se debaten que suelen ser usados para apoyar la propuesta de la nueva ley, son básicamente dos: que la ley es de la dictadura, anacrónica y poco útil en tiempos de democracia; y la necesidad de más pluralismo y evitar la concentración de los medios.
Una nube densa de palabras y argumentaciones que giran sobre la necesidad del acceso a los medios de comunicación de sectores relegados y la constante lucha para evitar la concentración de éstos en pocas manos, son usados por actores directos (periodistas, locutores, productores) y por el público receptor del trabajo de éstos. Debate que no es nuevo porque se viene dando desde los 70, o tal vez más atrás en el tiempo, cuando las condiciones políticas, económicas, culturales y técnicas permitían que pocos estuvieran la capacidad de ser titulares de una radio, señal de televisión o un diario. El debate solo estaba instalado en el tercer mundo, en respuesta a la realidad de que las empresas mediáticas estaban en manos de empresarios que eran funcionales a políticas de opresión social y económica. Principalmente los grandes medios que siempre supieron agraciar al dictador de turno y a la multinacional que mientras pagaba sueldos bajos, pagaban fortunas en segundos y centímetros de publicidad. Los medios de comunicación que quisieron mantener una independencia ideológica y económica, terminaron cerrando por ahogo financiero y persecución parapolítica. La ley actual nacida en el proceso militar último definía legalmente esa realidad que beneficiaba a unos pocos, negando pluralidad y democracia informativa y cultural. Bahía Blanca sabe muy bien como sufrió las consecuencias de una ley tan nefasta.
La producción de la noticia local hace aguas por donde se la mire, y para no ser injusto cuando vea alguna realizadas en condiciones la voy a publicar por acá, también se refleja sin querer al aire. La imagen del guardia de seguridad de Puerto Belgrano que avanzaba sobre el camarografo de Canal 7 en el noticiero del mediodía haciendo una seña con la mano que no podía estar filmando es un reflejo que todo se hace de manera improvisada y desprolija. Se supone que quien trabaja en televisión no todo puede filmar. Hay cuestiones de seguridad, de privacidad pública y privada. Un camarógrafo de sociales sabe más de su trabajo que uno de televisión. Que más da. Pocos saben de cómo se hace las cosas. No rompas la pelotas Oreja. :)
Todo muy lindo. La tecnología, la radio ideal, los anhelos de escuchar una radio mejor en la ciudad, el deseo de engancharse en un programa donde no se pisen los conductores, hablen de temas que sirvan, que no estén pasando todos los mismos temas musicales, etc, etc, etc…
De nada sirve todo esto si el factor humano falla, o no es el adecuado. Encontrar un equipo humano calificado que pueda hacer uso de todos los elementos que componen un medio de comunicación siempre fue difícil y en la ciudad, más. Principalmente los que hacen la radio. Que talvez sea el medio de comunicación que mas exije de una persona íntegra, formada, responsable, porque hace uso del habla. Y se sabe que el habla, antes de la escritura y de las imágenes, nos distingue del resto del reino animal, y nos presenta como “ser inteligente”. De allí, eso de “dime como hablas y de que hablas para saber como sos”. Si en un encuentro con un desconocido y al intercambiar las primeras palabras y conceptos nos hacemos una idea general de la perosna con la que interactuamos; porque debería ser distinto cuando encendemos un receptor y encontramos a un desconocido que nos habla. El como y de que nos habla nos da la idea del programa y su conductor o conductores. Muchos se exponen a la vergüenza pública y algunos parece gustarle.
El gran desafío es que de nuestra sociedad bahiense conservadora, por momentos inquieta pero al instante receptiva sin chistar del chenge chenge musical y la idiotez embobante y frívolo que se emite al aire; salga el factor humano necesario para un cambio y que haga un uso de las tecnologías que se asoman renovando formas y contenidos. Esta es la gran “pera que se le pide al olmo” y por las razones que tiene el popular dicho, la espera va a ser en vano. En tres entradas anteriores estuve por estos temas, no lo voy a refritar y les invito a leerlo nuevamente.
En todo estos años, el periodismo escrito no tenía otra cabida que en el diario local y en alguna otra publicación que no han perdurado en el tiempo. El paulatino desarrollo y uso de la internet en sectores cada vez más amplios de la población, han posibilitado el éxito de portales informativos como frenteacano.com y la brujulanet.com con un importante tráfico de internautas y activa participación en los comentarios y uso del correo electrónico propio.
La estructura económica y humana que se debía prever para armar en soporte de papel un diario local alternativo conspiraba con las aspiraciones de hacerlo. El soporte virtual disminuyó a casi cero los costos de producción y la situación se volvió favorable. Los portales iniciales aprovecharon la estructura humana ya utilizada en radio y televisión porque muchos portales partieron del formato radial y televisivo. Y por lo mismo, la aparición de la Web 2.0 con la integración de audio y video, los encontró bien posicionados para aportar contenido multimediático. Estos bajos costos incentivo de la misma manera a otras producciones y el periodismo escrito encontró en el soporte virtual la posibilidad de ofrecer alternativas. 0291.com, cafexmedio.com y La bisagra.blogspot son otros portales de noticias locales. En esta categoría podemos agregar, una importante cantidad de blogs con temáticas locales. Obviamente, el diario local tampoco tuvo inconvenientes en mutar al nuevo soporte virtual, como la mayoría del periodismo escrito mundial.