viernes, 27 de noviembre de 2009

El privilegio de ser pobre y ladron: tu nombre va a ser publicado en los medios.

Es sabido que el periodismo local se maneja con criterios sin estándares que en otros lados se tienen en cuenta. Uno de ellos, muy importante, es mantener la privacidad de las personas. Algo tan básico que deberían ponerse de acuerdo todos los medios. No tendría que ser abordado nadie en la calle con una cámara y un micrófono encendido si no hay un previo consentimiento por quién va a ser consultado en las típicas notas “que opina la calle”. 

Asi también nadie tendría que ver su nombre publicado si ha sufrido un accidente. Ni apelando a dar una información completa del hecho ni apelar a que desde la noticia se pueda enterar los familiares. Nadie quiere enterarse de algo tan importante y privado como la muerte de un familiar desde los medios, ni tampoco que todo el mundo lo sepa.

Pero los nombres se suceden cada vez que alguién se accidenta, alguien es detenido por robo o intento de él y oh!!, si alguien roba agua por no estar conectado a la red en forma legal nadie sabe de sus nombres. Cuál es la diferencia?, y cuál es la diferencia cuando las cámaras de los informativos toman imágenes de casas precarias con sus conexiones clandestinas de luz y agua mientras no enfocan a casas de material costosas y no tanto con una conexión de agua clandestina.

Mas allá de un tema de discriminación y estigmatización del “pobre que es pobre porque no tiene trabajo y roba por eso tiene nombre y es publicado”; hay un trasfondo de cómo tratar profesionalmente la noticia.. No por ser pobre ni por se “pituco” (ja antigüedad si las hay en este calificativo como bien lo hizo notar un comentario en la noticia del robo de agua en labrujulanet.com), tiene que ver su nombre publicado en los medios. Es una cuestión humana de mantener al otro libre del escarnio público sin mediar la justicia primero.

Un médico si no hace su trabajo en forma profesional es posible que sea demandado por mala praxis. Los periodistas parecen inmunes cuando su trabajo no se hace bien. Ni los propios medios se preocupan en poner en práctica tantas palabras bonitas sobre la ética profesional que sus directivos o profesionales antiguos reparten en los cursos de periodismo y locución. Es como que el periodismo esta en una decadencia generaliza tratando temas intrascendentes y no los importantes, y nadie entre pares se reprochará por lo mal que hace uno las cosas, si todos lo hacen. Yo he asistido a una charla de un periodista de América donde se lamentaba que todo lo que se hablaba de ética periodística en los cursos y universidades, una vez adentro del medio todo se pasaba por una picadora de carne. A las empresas mediáticas no les importa nada, comentaba. 

Por los comentarios criticando este punto en la nota publicada en el sitio www.labrujulanet.com.ar, los consumidores de estos portales de noticias se dan cuenta de que algunas cosas en el periodismo se hacen mal. 

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