El teleblogger, otro trabajador no pago de los medios

En la última navidad y el último año nuevo se vio como TN ahorró unos mangos de no poner a alguien en vivo al aire. Fueron casi 4 horas entre esos dos días que TN mando al aire un playlist de videos mandados por sus televidentes a través de su blog TN y la gente.

En la variante entro Canal 7 de la ciudad. Puso a disposición del televidente la posibilidad de aparecer en el noticiero con su mirada desde su celular o cámara digital de los hechos que es testigo. Sea un accidente, o manifestación o de una tormenta de viento y granizo entre otras noticias a veces intrascendentes, que sólo dan color y llenan espacios libres ocasionales en la hora del noticiero. Esta producción del teleblogger aporta contenido al noticiero del canal subido a www.sietemundo.com con lo mas importante: a precio 0.

Hasta hace unos años, cuando ni la web 1.0 o web 2.0 andaban por nuestra tierra, aquel que tenia una grabación que los medios les interesaba, se cotizaban y no se regalaban.

Hoy, por esas leyes del mercado, cuando la oferta es grande los precios bajan, y cada ciudadano por un poco de fama efímera casi instantánea, ni siquiera esos 15 minutos de Warhol, lo sube sin pedir nada a cambio a los medios que si lucran con eso. Porque vende publicidad en el blog, porque vende publicidad de aire (en el caso de Canal 7), o porque ya el paquete fue vendido a los cable operadores de todo el país, en el caso de TN y otros canales de cable.  

Me rectifico, talvez no ahorren mucho, pero que producen contenidos sin ningún costo no cabe duda. Lo vemos en todos lados inclusive en la CNN. Es perverso que grandes medios usufructúen la casualidad de un testigo de una noticia. Aunque subir el video pasa por la decisión del televidente sin presiones ni revólveres apuntándoles.  

Lo que no es nuevo es que en los medios locales están acostumbrados a tener gente que trabaja gratis a cuenta de fama futura, de reconocimiento que esta por venir. También ellos toman libre la elección de asumir esas condiciones. La profesionalización en medios lleva años. Y en la ciudad cuesta el doble.